El otro día meditando un poco esta paradoja, me di cuenta que la luz de mi vespa se asemeja mucho a la vida misma.
La luz corta la podríamos asemejar a ese primero de año o a la vuelta de las vacaciones de verano, donde comenzamos un nuevo ciclo, que está cargado de buenas intenciones; aprender un idioma, bajar de peso, dejar de fumar. Son intenciones sinceras que nuestro intelecto sabe que debemos hacer o cambiar.
Puedo sentirlo. Estoy seguro. Eres la luz.
© 2022 La ventana indiscreta — Funciona gracias a WordPress
Tema realizado por Anders Noren — Ir arriba ↑