Carlos E. Vallejo
Las vistas desde un ático de Central Park, son poderosas. Da igual las circunstancias que te encuentres, siempre te quedas embobado mirando este gran oasis dentro de la gran urbe
Supongo que ocurre igual que la primera línea de mar. Siempre ha tenido un precio. Paz, orden de pensamientos.
Eso es lo que necesito ahora en mi nueva vida. Soy la lider de la humanidad, sin haberlo buscado.
Me han regalado una segunda vida que no merezco.
Pensando en positivo, es una nueva vida inesperada ni merecida, pero creo que la voy a disfrutar en todas las posibilidades y alternativas. Como soy una especie de “reinona” me voy a permitir unos caprichos.
- Bocadillo de calamares con pan “estilo llonguet”, por favor
- No te entiendo, es una comida de tu país.
- No, el bocadillo de calamares es propio de España, muy típico de Madrid, en el bar “La Campana” en la plaza Mayor, donde llega su máxima expresión, pero el pan es malo, por eso lo pido con una variante de una isla de España, Mallorca.
- Pero señora, perdone mi indiscreción. ¿Usted ha probado este bocado?
- No, pero lo he soñado.
- Le recuerdo que estamos en Nueva York.
- Busquen al chef capacitado para hacerlo.
- Así haremos.
Me fui a descansar sabiendo que esa noche, no disfrutaría de semejante delicatesen.
Toca descansar, tengo el cerebro abotargado
Me desperté en la mega suit. Sonaron los truenos de una próxima tempestad. Encima de la mesa de comedor se encontraba mi especial bocadillo de calamares en pan negro de “Llonguet”.
Los calamares tienen su punto perfecto de rebozado japonés. No es una tempura, ya que se trata de un rebozado de galleta mallorquina machacada de la marca “Quely” con la variante de ajo y perejil.
La temperatura del aceite de oliva virgen y la técnica de cocción, son las de un chef japonés del barrio de Queens, que trabaja los cefalópodos como nadie.
En cambio el pan, estaba lleno de buenas intenciones exteriores, pero el resultado final dista mucho de la realidad balear.
A pesar de todo, ella disfrutó el bocado y pensé que la actual inacción neurológica respecto a su supuesto liderazgo tenía los días contados.
Ni más ni menos, que era la encargada de salvar al mundo de la degradación en la que se encontraba sumido. Pero la nueva Lucia, salvo la fuerza que no sabe de dónde le vino en el meeting de la Iglesia del Bronx, estaba completamente vacía por dentro y por fuera. Los acontecimientos le superan por todos lados. Deseaba que toda esta mierda nunca hubiese pasado y que redimiese sus pecados en el “mugrerio” que había cagado en la otra vida.
Realmente, muy a pesar mío. Lucia no cumple las espectativas, ni el narrador tiene ganas de continuación, con lo que vamos a recibir a “ negros” que terminen este relato.
La idea, puede tener diferentes alternativas. El autor, Carlos E. Vallejo, hasta aquí ha llegado. El proyecto exige una guía de la líder hacia sus semejantes, que les libere del ocaso que se ha convertido el planeta. Pero, como ya os he comentado y perdón por la repetidora ( mi mujer, me echa en cara, que me repito como el ajo). Muchas veces, me repito, ya que la actitud de mi interlocutor, no demuestra gran interés. No es el caso, ya que mis lectores, aparte de maravillosos, no dejan ni una coma, que se les pase en su lectura .Ambos no damos más.
Las posibles alternativas:
1.- Creaciones paralelas, por autores independientes. Dentro de este apartado, estarán las oficiales, que serán las que yo vise personalmente y de una numeración y las alternativas, donde el libre albedrío creará la pauta.
2.- Final hasta aquí que le llamaremos la versión marrana 1967.
- Y la tercera: chingadero Cabron, la que yo voy a terminar yo por tu falta de huevos. Donde se ha visto semejante autor que deja una narración sin ton ni son.