- Ladrillo, ¿y este quien es?
- Prepotencia.
- ¿No te entiendo bien?.
- Bueno, para que lo entiendas bien Marmolejo. “Es un tonto a la tres”.
- Ahora te entiendo menos.
- Bueno Marmolejo, empecemos desde el principio. Esto es un anuncio en el centro de Palma de Mallorca, a modo de imagen única, donde ese Señor que posa con el caballo tan bonito, tiene una inmobiliaria.
- ¿Y porque dices Ladrillo, que es prepotencia?.
- Querido Marmolejo, la imagen que transmite es de un niño pijo alemán ricachon, que con el pura sangre, intenta transmitir, que el es súper cool y que tiene una inmobiliaria de élite.
- Pues yo no veo eso, Ladrillo.
- Ok, Marmolejo, ¿entonces tu que ves?.
- A mi me recuerda a un oficial de la Gestapo, le falta la visera del uniforme y el falso caballo, disimula a la metralleta nazi.
Bueno ladrillo y a nosotros que nos importa. Yo nunca me hubiese fijado en la foto, salvo porque me lo has dicho.
- Querido Marmolejo, es una pequeña clase de interpretación de manipulación comercial por parte de la oferta inmobiliaria. A mi personalmente, como te lo diría para que entiendas mi interés por el sujeto.
Imagínate un alcohólico de cerveza. Que tiene una dependía brutal del líquido elemento. Pasa este personaje una mala experiencia en el desierto del Sahara, permanece perdido más de doce horas a pleno sol, con una temperatura superior a los 40 grados.
Cuando es recatado y vuelve a su hotel se encuentra en el bar de su habitación una botella de tercio de Heineken, prácticamente helada. Presuroso coge el abridor para ingerirla.
Pues el símil es el siguiente, querido Marmolejo, a mi Marcel me importa lo mismo que la chapa de la botella de Heineken le importa al alcohólico sediento.
- Captado Ladrillo. Pero tú fuiste el que empezaste.
- Lo se, Marmolejo, la educación, siempre tiene un fin de conocimiento.