Carlos E. Vallejo.
- Buenos días Señoría me llamo Evaristo Cortés, natural de Guadalajara, México y recepcionista de tercera del hotel “Las maravillas de Illetas”. Era mi primera temporada de trabajo en España.
- La primera temporada después de COVID, donde teníamos un 100% de reservas hasta Octubre.
El verano se desarrolló de forma óptima, salvo algunos incidentes con la directora Xisca. Francisca Morell, natural de Petra, fue Miss Mallorca en el año 1974. No había perdido con los años la gran belleza de sus facciones. Es como una muñeca preciosa, ojos claros. La mirada serena de antaño, hace años dio paso a una melancolía permanente.
Como recién llegado al hotel, no me di cuenta de su alcoholismo, hasta pasadas un par de semanas. A las nueve siempre llegaba con su mercedes descapotable, como una reinona, donde nos saludaba a todos desde su púlpito de belleza, superioridad y dulzura.
- Querido Evaristo, amo tu nombre y seguro que será un día espectacular.
- Órale señora.
A medida que pasaba la mañana, eran continuas sus visitas al bar de enfrente del hotel “ Le petit jardín”.
Gorgina, la camarera del turno de mañana regaba a Xisca con media docena de “ Rosa blanca” antes de la comida.
La directora llegaba un poco colorada a la comida de los empleados. Todos lo sabían, pero la respetaban. Por la tarde los gin tonics entraban en acción. Este malaje, fue fruto de la separación de un maltratador oficial de la policía local.
Estuve a punto de zurrarlo, cuando una tarde, sin decir ni mierda entró por la recepción del hotel y ante mi se sexta peticion:
- ¿En que puedo ayudarle?
- Le jale por el cuello y le recordé: “Hijo puta mal parido, aquí uno se presenta antes de pasar. A los capullos como tú los sacó bien pateados.” La señora Xisca, me paró de plano.
- Evaristo no más. Déjalo por favor. Era mi marido.
El mal parido, me quería pegar después de lo acontecido.
Como le dije al principio de mi declaración, fue una temporada con mucho trabajo, pero muy normal en todos los aspectos, salvo los pequeños numeritos etílicos de la malograda directora.
A finales de septiembre se hospedaron dos rusos con muy malas pulgas. Fueron los primeros y los últimos de la temporada. A los pocos días de aparecer,apareció en la prensa esta noticia que leo en voz alta:
Sucedió todo.
Los cinco tripulantes del velero incendiado este viernes al sur de Cabrera, todavía en aguas de Argelia, supuestamente incendiaron la embarcación al descubrir que la Guardia Civil los estaba vigilando a distancia, con una lancha. La embarcación transportaba droga en el interior y los narcos pretendían deshacerse de ella, pero el fuego se descontroló y alcanzó a uno de los tripulantes, que finalmente ha muerto en el hospital palmesano de Son Espases.
Tal y como ha adelantado en primicia Ultima Hora, los investigadores estaban siguiendo al barco sospechoso y a unos 241 millas al sur de Palma se han desencadenado los acontecimientos. Los cinco tripulantes le han prendido fuego, para borrar huellas, pero el incendio se les ha ido de las manos, al parecer porque ha estallado el depósito de combustible.
La explosión ha alcanzado de lleno a un ciudadano ruso de 42 años de edad, que ha sufrido gravísimas quemaduras en todo su cuerpo. Otro ha resultado levemente herido, y al final cuatro de los tripulantes han quedado detenidos y el crítico ha sido evacuado por un helicóptero de Salvamento Marítimo hasta el aeropuerto de Palma, donde esperaba una ambulancia del 061.
La situación de la directora Iba de mal en peor, sobre las 18.00 horas, muchas tardes llamábamos a un taxi para que el lamentable espectáculo diera a su fin.
Eran las ocho de la tarde, en la terraza del hotel que está encima del acantilado y flotando sobre el mar con unas vistas increíbles, una sesión de de Jam-Jazz creaba una atmósfera increíble.
El ruso sucumbió a los encantos de Xisca. Y los chupitos de vodka maceraban la relación.
Estaba terminando mi turno, mientras cuadraba la caja de recepción,cuando el exmarido de la directora entró como un poseso, en busca de un culpable a su latente ocaso.
No me dio tiempo de poder avisarla, pero lo que parecía unos nuevos reproches de una relación malograda, se convirtió en una puta carnicería.
- Zorra malparida. Le han dado la custodia de mis hijos a una borracha. Entró gritando en la piscina.
Mientras y ajenos a sus gritos, dos miembros de la DEA encañonaron al ruso que se estaba dando el festín con la directora.
Boris fue muy rápido y le puso, un cuchillo en el cuello a Xisca.
- !La mato sino me dejan salir! . Los clientes despavoridos, en la huída un bafle cayó a la piscina con el cable eléctrico creando una humareda de carne frita.
Todos se quedaron pasmados viendo el espectáculo dantesco, pronto el agua se tiñó de un color marrón viscoso.
Al tonto del marido de Xisca, no se le ocurrió mejor idea que empujar a un oficial de la DEA a la piscina, la respuesta del compañero fue desterrar cuatro tiros al pobre desgraciado.
El ruso, aprovechando la situación, le rebanó el cuello a la borracha y salió corriendo a la entrada del hotel, donde le esperaba su compañero con el coche en marcha para comenzar la huída.
Todo venía torcido ya desde tiempo atrás, pero esa tarde calurosa de finales de Julio, drama llamó a muerte y la culpa terminó en paz.