La ventana indiscreta

El Blog de Carlos Vallejo

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El Samá

Carlos E. Vallejo.

Después de servir el cochifrito a Damián el borracho. Me quede en la barra esperando una nueva comanda.

Estaba todavía de bajón. No sabía asimilar mi nueva etapa. Quizás esto, era mi particular purgatorio por no progresar en la vida pasada.

Ahora seguía confusa. Nada era igual. Todo es diferente. Pero como una pintada que vi en mi pasada vida, no queda más remedio que tirar para adelante, siempre para adelante.

Cuando me creía que en breve empezaría una nueva misión.

Anita me dijo que debía buscar la verdad en la vida de Damián.

No me apetecía nada pero eso es lo que me tocaba y debía asumirlo.

-Me llamo Lucia y soy tu ángel.

-¿Tiene cura eso?

Mi padre y yo solíamos jugar con un ventilador en las mañanas de Agosto. Hacia tanto calor que lo poníamos detrás de una hielera.

Al cabo de unos minutos el aire caliente, poco a poco iba cambiando de estado, provocando una alegre sensación en el cuarto de estar.

Cuando comenzaba este cambio a mi padre se le iluminaba una sonrisa, que podía iluminar todo un estadio de fútbol.

⁃ No te entiendo Damián.

⁃ Lo sé Lucia. Todo diálogo no necesariamente tiene que tener una estructura. Este es un grave error del humano. Hay saber hablar con el sentimiento.

Existe una simbología fonética en la entonación, la comunicación no verbal, y el magnetismo de transmisión de sensaciones que provocan una tecnología comunicacional, que supera con creces la barrera de la comunicación oral.

Emisor, mensaje, receptor murió hace tiempo en la relación humana.

La meditación fue el origen de todo. Hace siglos, nuestros pasados nos dejaron huellas a través del simbolismo, que permiten una nueva vía de transmisión.

⁃ Y tu Damián eras un “ chamán” en estas artes?

⁃ Algo aprendí Lucia.

⁃ Y como aprendiste esta elevación.

⁃ Como buen borracho, pasas a un estado distinto de realidad, pero poco aporta, salvo un buen dolor de cabeza, al día siguiente.

⁃ Fue en un viaje a Ankara, estaba achispado, no borracho que son dos estados diferentes. ¿Quieres que te los explique Lucia?.

⁃ Te tengo que sacar la verdad para saber porque estas aquí, con lo que todo lo que puedas vomitar, me servirá para que me gane el cielo y no digo “puto cielo” ya que es in irreverencia y no está bien. Cielo es bueno, “cool”, en cambio el neutro de puta, se asemeja más a chapero, pero creo que este charco de adjetivos no me lleva a ninguna parte, discúlpame Damián y explícame ya tu mierda.

⁃ Lucia, estamos ya muertos, somos espíritus elegidos y todavía nuestra fonética es fuente de la carne podrida de nuestros cuerpos.

⁃ Tanto nos cuesta cortar el hilo terrenal que se nos desliza de nuestro ser.

⁃ Ya somos un recuerdo, que tan solo nuestros seres queridos se acordaran algunos segundos en sus vidas.

⁃ Los hijos de esos seres, quizás nos mencionen unos micro segundos y los hijos de ellos te llevarán al recuerdo cero.

⁃ Seremos la nada.

Querida Lucia, tu quieres sacar la verdad de porque estoy aquí y no soy la nada. Pero tu no lo quieres saber, solo es un encargo de “Anita Jaramillo” para que vayas evolucionando en este nuevo estado, en el que te encuentras tan perdida.

Todavía conservas el miedo humano. Temes no servir para está misión y que te conviertan en la nada.

– Si Damian, veo que puedes leer mis pensamientos.

– No Lucia. Yo no leo nada. Solo siento, algo que tu no has aprendido todavía. Presta atención a este canal terrenal de sensación.

El samá’ es el adorno del alma que ayuda a ésta a descubrir el amor, a experimentar el escalofrío del encuentro, a despojarse de los velos y a sentirse en presencia de Dios»

Se dice que el Sema (samâ) es la cura y el alimento del alma. Miles de años atrás los chamanes ya giraban sobre sí mismos en sus rituales sanadores. Hace más de ocho siglos, Jalaluddin Rumi (Mawlana), el gran poeta místico sufí de origen persa del S. XIII, instauró en Konya (Anatolia-Turquia) esta bella danza giratoria.

Todo el universo gira. Podemos levantar la mirada y contemplar las galaxias, o nuestro sistema solar, o podemos ir a lo más minúsculo, como los electrones y protones en los átomos, e incluso observar el movimiento helicoidal de las estructuras del ADN… todo gira. La ciencia ha confirmado que la condición fundamental de la existencia es este girar. La danza del Sema imita este movimiento del universo, pues consiste en girar en relación a un centro, en la dirección del corazón, centro de nuestro ser. Pero el Sema tiene también otros símbolos: la mano izquierda mira hacia arriba, hacia el cielo, y la derecha hacia abajo, hacia la tierra, simbolizando que los dones espirituales que recibimos los damos a la humanidad. Establecer una circulación entre el recibir y el dar es uno de los principios de la salud, ya que aquello contrario es el bloqueo y la enfermedad. Otro de los símbolos del giro es que, según el Corán, miremos donde miremos solo veremos el rostro de Dios. I es que, como dice el gran sufí andalusí de Murcia Ibn ‘Arabī (S XII-XIII): «la creencia de que tu y Él son dos cosas separadas es errónea: sólo Dios (Allah) existe.

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