Carlos E. Vallejo. Esta semana hemos vuelto a la temporada laboral, los afortunados que tenemos trabajo y los dichados que pudieron disfrutar de vacaciones. Todas las estrellas informativas, vuelven a el tajo con novedades en la parrilla informativa, que el… Seguir leyendo →
En este final de Enero, con unas temperaturas más propias de la primavera y dentro de un invierno que mucho se aleja de los fríos de antaño, hemos observado que los almendros de Mallorca ya están en flor.
El otro día meditando un poco esta paradoja, me di cuenta que la luz de mi vespa se asemeja mucho a la vida misma.
La luz corta la podríamos asemejar a ese primero de año o a la vuelta de las vacaciones de verano, donde comenzamos un nuevo ciclo, que está cargado de buenas intenciones; aprender un idioma, bajar de peso, dejar de fumar. Son intenciones sinceras que nuestro intelecto sabe que debemos hacer o cambiar.
Es un buen ejemplo que deberíamos adoptar a nuestra vida. Hacer las cosas bien por norma. Ya que lo tenemos que hacer, hagámoslo bien. La rutina es amiga de la repetición y de la vulgaridad que nos lleva a un pozo negro del que es difícil salir.
Es este puto miedo, el que paraliza a muchas personas. Lo hay de diferentes clases e índoles. Esta el de la mujer maltratada, que a pesar del valle de lagrimas que vive constantemente, nunca da el paso de la separación. También esta el miedo económico de perder una vivienda, un trabajo. El miedo a lo desconocido. Pero en definitiva tenemos demasiado miedo en las decisiones diarias.
sumisión, dueña, jefa, obediencia, esclavo, dueña, mandar, obedecer
Todos nacemos ignorantes en nuestras vidas. El crecimiento es un continuo cocimiento de la vida y de nosotros mismos. Existen personas verdaderamente sabias a los 25 años y verdaderos ignorantes a los cincuenta.
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